jueves, 23 de agosto de 2018

Preparándose para la vida

Durante el mes de agosto la campiña asturiana está llena de jovencitos, una gran cantidad de pollos volanderos de paseriformes que son el resultado feliz de la recién terminada época reproductora. Ésta ha llegado a su fin y los jóvenes tienen que prepararse para la vida, cada uno a su manera.

Entre las especies que nos abandonarán están las populares golondrinas Hirundo rustica, que han iniciado ya el viaje a sus cuarteles de invierno en África. Desde el mes de julio se observan concentraciones de golondrinas, que además de practicar el vuelo se van familiarizando con la zona que las vio nacer, para volver si pueden el año próximo, como estos que localicé hace pocos días en Bocines.



Las especies que se quedan, es decir las sedentarias, tienen diferentes estrategias. Así, por ejemplo, los pollos de tarabilla europea Saxicola torquata habrán de apañárselas solos, ya que a los pocos días de independizarse son expulsados del territorio de sus progenitores, como estos tres jovencitos que localicé también en Bocines.


Pero en otras especies los jóvenes permanecen junto a los adultos, y así aprenden con ellos a alimentarse, a protegerse de los depredadores, es decir a sobrevivir. Un ejemplo muy claro son los fringílidos, que forman bandos nada más finalizar la reproducción, como por ejemplo uno de casi 20 verderones Carduelis chloris que puede ver en la zona de Moniello.


Entre los fringílidos, todavía se ve incluso como los pollos más tardíos persiguen a sus padres solicitando alimento, como estos pardillos comunes Acanthis cannabina que pude ver también por Moniello.


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