La lavandera boyera se reproduce en buena parte del Paleártico, pero a través de su extensa área de distribución muestra una gran diversidad de plumajes, de forma que se reconocen hasta 12 o 13 subespecies, algunas de ellas ocupando extensas zonas geográficas y otras algo más reducidas, como nuestra ibérica.
Esta gran diversidad ha llamado la atención de los científicos, que han realizado diversos estudios sobre las posibles razones de la misma. Uno de los más completos y recientes detalla que la variabilidad genética entre las distintas subespecies no es muy antigua, y podría haberse originado tan sólo en la última fase del Pleistoceno, durante el último millón de años. Las variaciones en el plumaje se deben a un número muy pequeño de genes, que son los que se han seleccionado durante este corto periodo de tiempo, en términos evolutivos.
Otros estudios detallan que las subespecies del este de Asia son las más divergentes, por lo que se han separado del resto hace más tiempo. Entre las especies del oeste han jugado un papel fundamental las barreras geográficas que han ido surgiendo durante las glaciaciones, originando las formas presentes en las diferentes penínsulas e islas, como nuestra ibérica.
Es curioso que en algunas áreas geográficas, sobre todo del norte, ha adquirido cierta importancia dentro de esta corriente evolutiva la preferencia sexual de las hembras. Éstas han ido dejando de lado caracteres sexuales importantes en otras especies de paseriformes, como el canto (que se ha ido empobreciendo mucho) para seleccionar al macho por otros caracteres más secundarios, como los tonos de la cabeza. Esto ha permitido que estos caracteres se hayan ido fijando cada vez más conforme pasaba el tiempo.
Todo ésto no ha sido obstáculo para que en las zonas de contacto entre dos subespecies éstas puedan hibridar. Así, en ciertas zonas del NE de la Península Ibérica las poblaciones muestran caracteres intermedios entre la subs. ibérica (que también se extiende por el SE de Francia) y la subs italiana cinerocapilla. Ambas subespecies están muy próximas en términos genéticos y su separación es muy reciente cronológicamente.
Otro hecho interesante es que las subespecies de lavandera boyera pueden ocupar diferentes hábitats ecológicos, y contraerse o expandirse en función de la disponibilidad de estos hábitats. Así, la subs feldegg del Cercano Oriente, asociada a zonas húmedas, pudo ampliar su área de distribución durante el siglo XX en un extensa área geográfica gracias al desarrollo de humedales artificiales para el regadío.
Para saber más:
Bartrolí, X. (1991). An
intermediate population of Italian and Spanish Yellow Wagtails Motacilla
flava cinereocapilla and Motacilla flava iberiae in Northeastern
Spain . Ardeola 38:
199-205. SEO.
Ferlini, F. (2016).
Evolution of the breeding range of the Black-headed Yellow Wagtail (Motacilla
flava feldegg). Rivista Italiana Di Ornitologia, 86(1), 3-38.
https://doi.org/10.4081/rio.2016.303
Harris, R. B., Alström,
P., Ödeen, A., & Leaché, A. D. (2018). Discordance between genomic
divergence and phenotypic variation in a rapidly evolving avian genus
(Motacilla). Molecular phylogenetics and evolution, 120: 183-195.
Ödeen A, Björklund M.
Dynamics in the evolution of sexual traits: losses and gains, radiation and convergence
in yellow wagtails (Motacilla flava). Mol Ecol. 2003;12: 2113–2130.
Muy interesante e instructiva entrada. Como de costumbre. Gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias, Pin. Disfrutando y aprendiendo cada vez que entro a leer.
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