A partir de mediados de octubre se aprecia en Asturias una notable entrada de zorzales procedentes de Europa, que suele acentuarse en noviembre. Entre ellos el más escaso suele ser el zorzal real Turdus pilaris, que arriba en proporción mucho menor que otras especies, sobre todo el alirrojo. Hoy sin embargo parece haberse registrado una notable llegada de esta especie, yo pude localizar un ejemplar en los prados de Nieva, aparentemente una hembra.
El zorzal real, que en Asturies llamamos paniega, es muy diferente a otros zorzales que vemos por aquí. De gran tamaño, presenta una bonita coloración mezcla de tonos ocres, grises y blancos, con los que hace honor a su apelativo. Nidifica en buena parte del Paleártico, y las poblaciones más norteñas emigran en su totalidad, en diferentes direcciones. Los que llegan aquí seguramente tienen origenes escandinavos y rusos.
Los zorzales reales se ven en Gozón sobre todo en el paso migratorio postnupcial, en los meses de octubre y noviembre. Para invernar prefieren los pastizales de media y alta montaña. Sin embargo, con ocasión de olas de frío se pueden producir llegadas de grandes bandos de esta especie. Su frecuencia varía mucho con los años, aunque suele ser escaso y se ven normalmente muy pocos ejemplares.
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