sábado, 19 de enero de 2013

Cormoranes

En Gozón en esta época invernal se encuentran dos especies de cormoranes, que al principio pueden ser un poco difíciles de distinguir pero se diferencian bien con un poco de práctica. Podemos decir de las dos que tienen un tamaño de mediano a grande, que son de color oscuro y que se alimentan sobre todo de peces que capturan buceando, pero hasta ahí llegan las similitudes entre ellos.

El cormorán grande Phalacrocorax carbo es, como su nombre ya indica, bastante grande, ya que mide entre 80 y 100 cm, con una envergadura de 1,3 a 1,6 m. En su perfil lo que más destaca, para mí, es el pico, que es muy prominente, parece muy grueso, con una característica ancha amarilla en la base.


Las aves jóvenes nacidas la última temporada de cría se reconocen bien por su pecho, muy blanco. En su segundo año es más difuminado y ya el tercero adquieren el plumaje de adulto.


El cormorán grande llega a Gozón en su migración otoñal, a partir de septiembre, y se queda aquí a pasar el invierno en distintos puntos del concejo, tanto del interior. El lugar que acoge más invernantes es quizá el embalse de La Granda, donde además hay un dormidero al que llegan cormoranes de otros lugares; la semana pasada conté en el embalse un total de 148 cormoranes grandes.


Otro punto caliente es la zona de Zeluán y la ría de Avilés, donde hay entre 50 y 70 cormoranes dependiendo de los días. En la ensenada de Luanco todos los años inverna un pequeño grupo de ellos, este año he contado entre 6 y 8. De este grupo son todas las fotos que voy poniendo, tomadas en sus posaderos habituales dentro de la ensenada.




El otro cormorán gozoniego, el cormorán moñudo Phalacrocorax aristotelis, es sedentario, ya que tiene una colonia de cría en la zona de Cabo Peñas. Es más pequeño, ya que mide entre 65 y 80 cm y tiene de envergadura alrededor de 1 m. Es más estilizado que el grande, el pico destaca mucho menos y en esta época los adultos ya presentan el característico moño que les da nombre.


El moñudo sólo se presenta en el litoral, no se adentra en el interior como su pariente; la foto anterior está hecha en la zona de punta la Vaca. No es del todo sedentario, pero sus desplazamientos son más bien cortos, en el radio de unas decenas de km. Pronto empezarán su temporada de cría.

1 comentario:

  1. Y pensar que estuve a punto de matarme por uno, habiendo aquí tantos y tan bonitos...

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