Poco a poco se va acercando el final de la etapa reproductora para la mayor parte de nuestra avifauna. A lo largo de los meses de junio y julio muchos pollos salen al exterior, abandonando la seguridad de los nidos donde han pasado los primeros días de su vida, y van descubriendo el mundo de la mano de sus padres. Es un tiempo para las familias, que podemos encontrar por todo el concejo de Gozón.
En las proximidades de las charcas de Xagó, por ejemplo, una pareja de lavandera boyera Motacilla flava ha sacado adelante dos jóvenes esta temporada. Estos presentan aún un plumaje muy desteñido y críptico, que se puede distinguir aún sin problema de la hembra adulta, que presenta menos colorido que el macho.
Los dos pollos aún no se alejan en exceso del lugar donde han crecido, moviéndose normalmente por el suelo sin hacer grandes vuelos.
En sus primeros días de libertad aún dependen de sus padres, a los que reclaman con insistencia para que les alimenten, cosa que éstos hacen con diligencia.
Ahora llega un momento especialmente delicado para estas aves, que como otras especies llevan a cabo una muda postnupcial antes de emigrar a África. Los adultos sufren una muda completa, cambiando todas las plumas, mientras que los jóvenes tienen una muda parcial, en la que reemplazan las mudas del cuerpo y algunas coberteras.
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