Se trata de luchas a pequeña escala, una competencia por los escasos recursos disponibles en la que los gorriones suelen llevar las de perder. Un pequeño ejemplo de ello fue lo que tuve la oportunidad de contemplar esta mañana en Avilés.
Primero, un macho de gorrión encuentra un trozo abandonado de pan en un lugar de difícil acceso. Como éste es un poco grande va arrancando migas desplazándose por la calle.
Segundo, este movimiento del pequeño gorrión atrae a las palomas que empiezan a acosarlo con el fin de arrebatarle el preciado trozo de alimento.
Tercero, a pesar de que el habilidoso paseriforme consigue resistirse brevemente, la intensa presión hace que se aleje volando y las palomas se queden con la comida que nuestro simpático amigo había conseguido encontrar.
Esta competencia por los recursos como digo deber ser importante sólo en ciertos casos, como por ejemplo los núcleos urbanos donde las colonias de paloma son más numerosas. Aquí vemos la escena resumida en un pequeño vídeo.
Los gorriones lo llevan crudo, la verdad. Puede que estemos contemplando la desaparición de varias especies (gorrión común, tórtola europea, codorniz común...) y no nos demos cuenta. Triste. Buena entrada, José Antonio. Gracias.
ResponderEliminarNacho.