Las nuevas golondrinas Hirundo rustica nacidas este año ya han salido al exterior y comparten posadero junto con sus progenitores. De ellos van aprendiendo las técnicas de vuelo y de alimentación.
Cuando están posadas resultan visibles las diferencias morfológicas entre los jóvenes y los adultos, que son son tan evidentes en vuelo. Así, se ve que los jóvenes tienen la cara anaranjada y no rojo oscuro, tienen total ausencia de rectrices, su pecho es de un blanco sucio y el collar oscuro no está todavía bien definido.
Muchas golondrinas adultas ya están iniciando su segunda cría, sin embargo como el resto de los hirundínidos soportan bien la presencia de los pollos de la primera nidada en las proximidades. Las golondrinas son aves muy gregarias y poco a poco irán formando grupos cada vez mayores, especialmente a partir de finales del mes de julio, para prepararse de cara a la migración postnupcial, de retorno a las zonas de invernada africanas.
Se trata de aves treméndamente filopátricas, esto quiere decir que, si retornan el próximo año, los adultos volverán con mucha probabilidad a criar al mismo nido. De ese modo, los juveniles del año que consigan sobrevivir (muy pocos) deberán buscarse un nuevo emplazamiento, aunque sea en la misma zona donde nacieron.
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