En Asturias existía hasta hace unos años una población nidificante de escribano palustre Emberiza schoeniclus, la cual ocupaba preferentemente los principales estuarios y rías del territorio. Dicha población fue reduciéndose de manera progresiva, hasta que a principios del siglo XXI se puede dar por prácticamente extinguida. Hoy en día los escribanos palustres que pueblan Asturias proceden en su totalidad de otras zonas de cría europeas, quedándose aquí a invernar.
Estos escribanos palustres que llegan aquí proceden de la franja atlántica europea, desde Escandinavia hasta Francia, como han demostrado los estudios de anillamiento. Ocupan sobre todo los mismos enclaves que comenté para las antiguas poblaciones nidificantes, es decir, las principales rías desde la de Tinamayor en el oriente hasta la del Eo en el occidente. Sin embargo en algunos territorios como Gozón encontramos pequeños núcleos de aves invernantes con unas características particulares.
Así, estos pequeños grupos que se pueden encontrar en diversas zonas de Gozón, como la de Nieva donde están hechas estas fotos, ocupan sobre todo áreas ruderales donde esté presente una planta cuyas semillas les sirven de alimento en esta época, el cenizo Chenopodium album. Hay que decir que esta planta les sirve tanto de alimento como de refugio, ya que se esconden muy bien entre sus ramas, aunque tanto en uno como en otro aspecto sufren la competencia de las aves fringílidas, las cuales también tienen especial predilección por esta planta.
Un requisito secundario para la presencia de los escribanos palustres en Gozón puede ser la existencia de zonas de carrizal, las cuales le sirven como dormidero comunal. Así, para seguir asegurando la presencia de los escribanos palustres en nuestro concejo es fundamental conservar tanto sus áreas de alimentación (rastrojeras y cultivos) como de descanso (carrizales y cañaverales).
Aunque el escribano palustre haya desaparecido de Asturias como nidificante, no se debe menospreciar la importancia de nuestro territorio para su conservación. Aquí pasan prácticamente la mitad de su vida, ya que comienzan a llegar en octubre, y aunque muchos siguen viaje al sur una buena parte se queda aquí al menos hasta el mes de marzo, en que emprenden el viaje de retorno. La mayor parte de los que vienen, en una proporción de hasta 3:1 como ponen de manifiesto los estudios, son hembras.
Para saber más:
Villarán, A. 1999. Migración e invernada del Escribano Palustre (Emberiza schoeniclus) en España. Ardeola, 46:71-80.
Juan ARIZAGA, Daniel ALONSO, Efrén FERNÁNDEZ and David MARTÍN Population structure of migrating and wintering reed buntings Emberiza schoeniclus schoeniclus in northern Spain. Ardeola Volume 58(2), 2011, 287-301.
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