Algunas especies comienzan a moverse ya a finales de febrero, como las gaviotas o las anátidas. Pero el desplazamiento del gran contingente de aves invernantes hacia sus zonas de cría se empieza a notar sobre todo a partir de la primera semana de marzo.
El desplazamiento de las aves limícolas, que podemos registrar en playas y estuarios cuando se detienen para alimentarse, es secuencial, y las que aparecen primero son las que han invernado más cerca. En estas etapas tempranas de la migración se pueden ver especies características, como el chorlitejo chico, del que detecté un ejemplar en Bañugues el día 17/03
También es llamativa la aparición de algún que otro chorlito dorado, que en algunos casos ya tienen avanzada la muda a su plumaje nupcial. Estos dos son de Bañugues del mismo día.
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