Advertido por mi compañero Xuan Cortés de una buena caída de paseriformes migrantes en Cabo Peñas, con la presencia de alguna que otra especie no habitual, me acerqué hasta allí al atardecer. Aunque no disponía de mucho tiempo pude registrar varias observaciones interesantes, como varios papamoscas cerrojillos Ficedula hypoleuca.
El papamoscas cerrojillo es uno de los migrantes que primero se hace notar, aunque este año han sido especialmente tempranos, ya desde finales de julio. Extendido por buena parte de Europa, casi todos los que se ven en esta época son juveniles, que tienen en el norte de la Península Ibérica una de sus principales zonas de reposo.
Curiosamente, aunque en teoría los papamoscas presentan un comportamiento territorial localicé un pequeño grupito de cinco, quizá ocurre que la abundancia de insectos permite que puedan estar tan juntos sin ningún problema. Aquí adquirirán la suficiente grasa para dar el siguiente salto en su migración a su área de invernada en el centro de África.
Aqui tovia no llegaron..a ver si se va dejando caer algunu...guapa entrada!
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